jueves, 18 de febrero de 2010
Pensar que en unos cuantos años te voy a mirar a los ojos y muy seguido me voy a olvidar tu nombre, vulnerable y tal vez, sorda, no voy a entender cuando me hables muy rápido, y alguna que otra vez te pediré que no me dejes sola, porque en la oscuridad todo se multiplica, pero vos siempre vas a encontrar la forma de conformarme para despues escapar por la puerta de atrás y hacer de las tuyas por ahí... nunca te gustó estar encerrado, siempre me lo dijiste y siempre te entendí. Y me vas a despertar cuando vuelvas, siempre haciendo ruido al chocarte con todos los muebles habidos y por haber, y me vas a arrancar una sonrisa arrugada y curtida, y se me va a escapar alguna lágrima seguro, y vas a venir a acostarte con los pies helados y te voy a mirar y me vas a mirar, y voy a sentir esa cosquilla que uno siente cuando falta a algún lado para quedarse en la cama o cuando come algo rico, eso voy a sentir. Y no me va a importar no acordarme tu nombre, porque tus ojos me van a dar calma y comodidad, y voy a cerrar los míos y voy a perderme en las sábanas con ganas de un segundo más con vos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)